lerta Costarricenses ! RICARDO JIMENEZ-MAXIMO FERNANDEZ Y JOSÉ SANTOS ZELAYA DESCUBIERTOS AAADADAADADADAADOMAAADOM AMADO DADADACADNARDADODADDARRALNADOARAADADADDADAADARARA De Managua, capital de la República de. Nicara- gua fué despachado un correo especial con el solo oh- jeto de entregar en Liberia á un importante caballe- re de esta última localidad, la siguiente carta que por el interés nacional que ella encierra, debe ser conocida hasta del último costarricense. La earta en referencia nos ha sido á su vez remiti- da inmediatamente de Liberia también con un propio : para que la demos á la publicidad, y la cual dice así, “Managua, 16 de julio de 1909. Señor don Lib via. Mi querido amigo: Conjurando el peligro que podía acarrearme escri- birle por eorreo poniéndole en conocimiento aconte relacionados con ese país, me he resuclto a mándarle con un propio la presente carta, pues si al ponerla por correo llegara á caer.en manos del general Zelaya, Ud. que conote bien á ese hombre ya sabe á dónde iría á patar este amigo de Ud. y de todo el pueblo y gobierno de Costa Rica de quienes soy admirador. Tengo la cenvicción de que en ese país son desco= ' nocidos los movimientos del general Zelaya y de sus satélites: y esa convicción me hace mandarle especial- mente este correo para ponerle en «u conocimiento co- mo buen costarricense, que el general Zelaya se pre- para para visitar á Costa Rica, pero no para visitarla en la forma diplomática que un mandatario de otro pals visita ¿ un país hermano, sino en son de conquis- ta, con la pata ceñida al cinto, con las espuelas puéxtas y en medio de las bayonetas y cañones de su soldadezca, digo que se prepara con ese fin porque aquí en Nicaragua en todos los cuarteles de la Repú blica se eye entre la tropa de Zelaya no por lo bajo si- nó de manera franca el rumor de “IREMOS PRON- TO A COSTA RICA” rumor que corre de boca en boca de los satélites de Zelaya que son propiamente dieho la hez del pueblo nicaragijense «que á cambio de la ilimitada libertad que el general Zelaya les da para que vivan una vida de orgía y de bacanal, como son hombres entregados al vicio y no tienen nada que perder, están siempre dispuestos á ir donde quiera que los mande su amo á servirle de instrumento para colmar sus desenfrenadas ambiciones, con tal de que los batallones lleven consigo como pertrecho de gue- rra:la ración de alcohol que es el pasto de los dege- nerados, las mochilas de dados para jugar el botín y las ídem de tabaco para cargar la pipa. Esa parte del pueblo degenerado que he descrito son los zelayistas de aquí, que también llamaré jime- nistas de Costa Rica, pues es tal el calor y el entu- elasmo con que esa gente ha tomado la política de ese país, que EN LAS PAREDES DE LOS CUARTELES, en los garitos y chinchorros donde habitan, se ve escrito, ya con tiza, ya con carbón, el “Vivan: Zelaya, Jiménez y Fernández”, lo que de- muestra que estos tres señores están completamente Tip “La Tiquetera” de acuerdo, preparando algo funesto para Centro A- mérica. Repito: creo que los costarricenses duermen sin darse cuenta de los movimientos de este general Ze- laya, eterno. trastornador de la paz de Centro Amé- rica, y creo cumplir un deber al poner en conoci- miento de Ud.—como buen ciudadano de ese país— estos hechos que revelan mny á las claras, cuáles son los fines que persiguen Zelaya, Jiménez y Fernández tal estar en las actuales circunstancias en estrecha unión, Aquí es bien sabido de todo el pueblo nicaragúen - se que el objeto de la venida del licenciado don Máxi- mo Fernández era con motivos políticos de alta tras: cendencia para ese país y esto lo sabíamos aun antes de que él llegara aquí, las personas que ocupamos al- Al EN ; ¡ guna posición social y política, y ha venido á confir- cimientos políticos que aquí se están desarrollando ¡8 Pp med CS A SS fr ¡ marlo los movimientos del general Zelaya en el envío secreto de armas ú las costas de esa Pepública en nú- mero cansiderable y de manera sigilosa de lo que aquí se sabe que tiene conocimiento el gobierno de Costa Rica. Creo haber cumplido un deber de ciudadano cen- troamericano poniendo en su conocimiento esos mo-= vimientos para que-Ud. á su vez lo haga con quien corresponda á fin de que don José Santos en coman- dita con don Ricardo Jiménez y don Máximo Fer- nández con el solo propósito de satisfacer sus desen- frenadas ambiciones, no den una sorpresa el día me- nos pensado al pueblo costarricense, siempre traba- jador y amante de la paz y de la tierra que los vió nacer. Sin otro particular que encargarle que mi nombre no sea cunocido después de Ud., más que de quien debe*conocerlo, quedo de Ud. como siempre, Su afmo, amigo.” (Aquí la firma de persona respetable é importante de Managua.) Como se ve del texto de la importante carta que integramente hemos transcrito, la paz de que disfruta Costa Rica está amenazada porel general Zelaya quien decididamente está apoyando á don Ricar- do Fiménez y don Máximo Fernández en sus lo= cas ambiciones de mando, sabe Dios gon qué com- promisos, pues es sabido que Zelaya es de los hom- bres que “no arrancan pelo sin saugre” y que cuando da apoyos de esa naturaleza, es para que se le paguen con un noventa y nueve por ciento de ventajas. Lean esto los jimenistas y convénzanse del mal que le están haciendo á su patria y tengan entendido que á la vez de irá dar el voto á las urnas electorales por don Ricardo Jiménez, deben preparar el Perrál y guardar las herramientas para entregarse á nua nueva vida de aventuras á que quedarán expuestos por no meditar lo que hacen. Padres de familia y esposas cariñosas, exhortad á vuestros hijos y esposos para que tomen el buen ca- mino, abandonando á los enemigos de la Religión y de la Patria que se llaman jimenistas y republicanos. Un ciudadano