ON A Las NO ADAN A OURAN VIA MIRNA O LaS. Po E, DEL ESTADO UA CURA A SUS CONCIUDADANOS. ¡ HONDUREÑOS! Despues de haber penetrado nuestro “ejército hasta Chiquimula, despues de haber dado en aquellos “ampos una prueba inequívoca de su heroismo, y despues de tener de su parte todas las probabilidades de 1 a victoria, una casualidad caprichosa vino á d esgraciar su movimiento. Tales la suerte. Las mejores y mas grandes empresas, procura siem- pre dificultarlas. Pero no en su favor; por que la obstáculos. importa: ella tendrá que pronunciarse Justicia triunfa al fin sobre los mayores Efimero será, por demas, “este pequeño triunfo para el ene- migo; pero infatuado con cl, se ha internado hasta la ciudad de Santa Rosa, no para justificarlo, sino para cometer las mas do sus principios de pillaje, de “esterminio y de desolacion que lo guian, inoúditas depredaciones. Siguien no solo no ha respe- , Pero aun los templos han sido objeto de sus espoliaciones. Tamerlan mismo tado propiedad alguna se horrorizaria, Tamer- lan mismo se avergonzaria de seguir las banderas del Abdel- kader de Guatemala. e No hay duda: el salvajismo siguien los infames serviles de Guatemala “El objeto «ostensible de su guerra, lo las inspiraciones de , Jamas nos dará seguridad. esel que han tenido los bár- s partes. Cuando nuestras tro- pas acababan de dar en Chiquimula la mejor leccion de ór- den, de moderación y de disciplina, los bándalos entran destru- _yéndolo «todo, lo que DOS dá á entender que en Guatemala no se piensa mas que «en la'ruina de todos los estados de Centro- América. Honduras ha tenido la desgracia de ser su primera victima; pero Honduras jura hoy, á la faz del mundo entero, que 0 deja de existir, ó destruye para siempre la causa de los males del país. ' HONDUREÑOS! No es un peque que decide la suerte de un pue ¡baros «en todos tiempos y en toda ño choque de armas el blo que és y quiere ser siempre libre, La constancia, el valor y el entuciasmo salva las mayores di- ficultades. Volad, pues, á sostener la causa mas justa y mas san- ta que podeis tener. Una sola sea vuestra bande 'a, uno solo vuestro lema. "Justicia, patria, libertad” — ¡Jefes y oficiales del ejército | —Vosotros conoceis mejor que nadie el enemigo con quien lidiamos, y no dudo que un es- fuerzo vuestro. un solo esfuerzo será bastante para castigar, co- mo merece, al bárbaro que tala nuestros campos, para salvar nuestros intereses, y para decir con gloria "Viva el pueblo libre de Honduras” La Esperanza 22 de julio de 1853. Srancisro EFomes,