ADVERTENCIA. o tOÍS3=B9» AD HALACE pocos dias que el dieno Catedrático de Cánones de la Universidad de Cna- temala, Presbítero Arroyo, dijo á los cursantes de la clase de su cargo, “que era lasti- mable el estado de ignorancia en que del Gobierno abajo vivian en la República del Salvador: que esos impíos solo vomitaban blasfemias contra nuestra santa Relijion.” Por ese tenor añadió otras apreciaciones á cuan mas juiciosas y exactas el distin- guido e-rudito é injenioso Presbítero Arroyo, con motivo de haber llegado á sus manos benditas la Pastoral espedida por un piadoso hermano suyo, el 24 de Se- tiembre último. A Que el Reverendo Padre Arroyo nos permita hacerle una humilde obser- vación en obsequio de la justicia y con el inocente propósito de desvanecer aleuna equivocacion, en que pueda haber incurrido, no dirémos por efecto de lijereza, cosa que no puede caber en todo un Padre Arroyo tan circunspecto, tan expe- rimentado y tan discreto; sino únicamente por efecto de excesivo celo.—“Si el mal Sacerdocio que tiene por Dios al dinero, para procurarse goces mundanos y ensan- char su ambicion, y que por lograr tales objetos descantilla la fó, contraría y aun ultraja el Evanjelio, es la Relijion: confesamos que entónces sí tiene razon el virtuoso y ejemplar Catedrático de Cánones de la Universidad de San Carlos. En efecto á esa plaga antisocial y farisaica no se acata ni tolera en el Salvador, antes bien se le desenmascara y tambien se le reduce á que no cometa todos los abusos que ella querria. No hay un impreso que circule entre nosotros en que se ataque al Evanjelio. Háse murmurado egntra los abusos y excesos de malos eclesiásticos, cosa que con mayor acrimonía que nosotros, censuró y denunció San Bernardo, ese Padre de la Iglesia reconocido por una de las antorchas mas claras y luminosas de la verda- dera Kelijion. Nosotros profesamos la Relijion que siguieron los cristianos de log enatro primeros siglos de nuestra era, que en su esencia es la misma de Bossuct, Fenelon, Masillon, el Padre Isla: que otros defiendan y sigan la del Padre Suarez, Presbíte- ro Valverde, Pontífice Alejandro 6?, Inquisidor Torquemada, Fraile Carrascal, y Ca- tedrático Arroyo. A este ilustrado y famoso Canonista, dirije un estudiante Salvadoreño la cumposicion siguiente: A UNA SOTANA DE LA LEGUA 0 ARROYO DE PIÑOL. Es Arroyo, un arroyo mui raquítico De agua impura, salobre é impotable Es de un olor suz generis: mefítico De un aspecto mui hórrido, espantable. Es Arroyo, un arroyo Insalubérrimo, Y es su fondo no mas que cieno inmundo: Es de arenas auríferas paupérrimo, En culebras y zapos es fecundo. Y poseido de orgullo vil, satánico, Ser el Bótis pretende, el Nilo hermoso O yá el dorado Tajo, ó yá el titánico Amazonas potente y majestuoso. Mas no! Solo -éres triste charco estítico, Pestilento, fatídico, diabólico; Tal es el que yo emito, juicio crítico, Yo sin Sotana mucho mas Católico. Guatemala, Octubre 10 de 1862. Un Tábano. 4