ONCIUDADAN CA ZE e MAS circunstancias anormales en que se encuentra la República, y la confianza con que me honra el digno Gefe que habeis eleva- do á la primera Magistratura, me han traido 4 ocupar incidentalmente ese puesto de houor y de grandes responsabilidades, que no he am- bicionado ni ambiciono, porque hijo del pueblo como soy, deseo tan solo prestar mi contingente para el afianzamiento de nuestras liberta- des, estando firmemente decidido á4 volver 4 la tranquilidad del goce de mis derechos, tau luego como se establezca definitivamente el triunfo de las ideas liberales, G que ese mismo pueblo juzgue iuúti- les mis trabajos. Hoy acepto tan dificil encargo, ho porque tenga la pretension de ser suficiente por mf mismo para llenar cumplidamente los debe- res que impone; pero coufiado en que todos los-buenos ciudadanos que desean como yo, ver consolidada la paz eu la República, estarán dis- puestos á cooperar con sus luces y trabajos, sacrif ficando por la pa- tria, su progreso y porvenir, algunos dias de sus ocupaciones, y la vida si fuese necesario. Nuestros hermanos y al frente de ellos, el Señor Presidente pro- visorio, van ¿4 luchar, no por mezquinas aspiraciones, ni por la gloria de las batallas: van 4 combatir el retroceso, van ¿4 defender + li- bertad amenazada por esa Hidra de cien cabezas: el reaccionaris- mo —A nosotros incumbe ahora el sagrado deber de velar por sus familias é intereses, queson los nuestros. Á conseguir ese fin deben dirigirse todos nuestros esfuerzos, rechazando todo lo que tienda á oponerse. Seguro de vuestro apoyo, me propongo devolver á nuestros her- manos, cuando regreseu de esa nueva campaña de libertad, sus ho- cares íntegros, sus derechos incólumes, aunque para ello me vea obli- gado ¿ aplicar las duras penas que merecen los trastornadores del ¿rden público, ¿quienes en las actuales circunstancias debemos con- siderar como traidores á la patria. Aunque la época crítica que atravesamos, no sea la mas á pro- pósito para llevar á cabo las medidas que entrañau el porvenir del pais, abrigo la conviccion Je que podrán iniciarse algunas que estan en la conciencia de todos, 4 que todos aspiramos y que basta querer con firme voluntad para que las veamos realizadas. L. y KE. Guatemala, 11 de Mayo de 1872. J. Rufino Barrios.