O orar admirable, sublime y dignisimo de nuestra eterna gratitud; es que el Verbo Eterno se haya dignado despojarse de su gloria inmensa, revistiendose de niestra mortalidad, únicamente pero auri mayor, é la verdad; qúe tenga sus delicias; cencias eñ habita? amorosamente con los hombres, en nuestros tetplos; oculto bajo los velos cándi- dos de lá Hostia inmaculada, en el incomparable Sactamento del aíñior. He aquí ld preeminencia esencial; la prerogativa mas relevante de los tem- plos de lá ley de gracia, que consiste en la resi- dencia perpetua del Altísimo sobre la tierra, co- mo en el trono de su gloria; hastá lá constima- cion de los siglos. Por mañerá que el Cielo se ha trasladido invisiblemente á esté valle de súspiros, compendiado en nuestros templos. Si, las Iglesias son la casa del Dios inmortal, el palácio dotide ha- ce su mansion el Rey eterño de los Cielos y de la tierra, y es tambien el Santuario de la Divi- nidad. Por consiguiente, es el lúgar mas santo, mas augústo y sagrado que pueda considerarse. Aquí asisten á sú Rey inmortal é inmenso, inñume- rables ángeles y cortesanos celestiales, llenos de asombro, con li mas profunda revefencia: aquí mismo se estremecen las potestades infernales á la vista del Santuario, porque saben que es el troño donde reside el Dios de los ejércitos: Todo el Universo es ún templo que llena Dios con su gloria, y su presencia soberána: No obstante, los hombres le han dedicado des- de la antigiedad, y en todos tiempos, ciertos lu- gares que él ha honrádo con su especial asisteni- cia, donde le han tributado homeñajes, incienso y adoracioñes, e testimonio del supremo y absoluto dominió que tiee sobre todas las cosas: Entre tantos monumentos meinorables, sobre- sale en las sagradas pájinas el maravilloso templo, que el incomparable Salomon consagró al Ser Supremo, por primera vez en la tierra, en el que no vaciló emplear sus inmeñsas riquezas, y toda su maghificebcia régia; siendo este templo tan so- lamente una sombra y figura de nuestras Iglesias. Podeios considerar núestros templos con res- pecto á la Religion que los consagra á sus sacti- ficios, á sus Sacramentos, á su culto, á su Dios: y podemos considerarlos al mismo tiempo, con rela- cion á los hombres; que tierien fundada en ellos su de- fensay sú valitarte ¡nespugñable, su socorro, su con- suelo; sú asilo: por manera que los templos son por su naturalezá, por su objeto y por su fin el mas firme apoyo; la mias segurá y elevada coluni- na de la Religion, y el mas fecundo é inagotable manantial de la paz y felicidad de los pueblos. Para persuadirnos cor evidencia de este fa- zonamiento, Fecorramós lijeramente cuanto existe eri el sagíado recinto de los templos, y con par- tiéularidad en los parroquiales. Ya desde la pri- mera entrada; se deja ver aquella preciosa fuente donde todos hemos téfiacido á la vida espiritual de lá gracia: inmediatamente vemos un tribunal santo en aquella mística piscina, en la que ños pu- sificamos de la lepra de núestras culpas y mise- rias, reconciliandonos con Dios ofendido: á coñti- nuacion, encontramos la cátedra de la verdad, de donde se desprétiden palabras de salud y vida eterná;, er donde todos aprenden el dogma inefa- ble; la saña moral; la celestial doctrina y los de- beres sociales: dirijierido iína mirada hácia los án- gulos del templo, descubrimos las sagradas efigies y los venerables simulácros; á log que acuden los incoifipfeiisible beneficio es á y sus compla- por venir al mundo á visitar y libertar al hombre; | a A ES O A O e O O rn IS Mis DELICIAS SON ESTAR CON LoS HIJOS DE LOs HoM= BREs: Dei LiBrO DE Los PROVERBIOS; CAP: 8 v. 31 aflijidos en las calamidades públicas; en sus priva- das tribulaciones; por cuya intercesion y patrocinio, alcañizamos sin duda la indulgencia, y el remedio de nuestros males: á pocos páisos se descubre ya la sagrada mesa donde sé espende gratuitamente el Pan divino que satia el hambre espiritual, en donde el Cordero Inmaculado celebra lleno de aiior, el mas augústo desposorio con las alias justificadas; [en seguida vemos elevarse. ::.¡oh! ¡qué grandeza! S l l S ¡qué teiror! Ya hemos llegado al lugar más sañto, al Santd Santorum, á la fuente de todas las gra- cias, al centro de las misericordias sim número: aquí se derrite ed amor el corazon: aquí, se difun- der en el alma de los fieles adoradores, las mas santas y dulces consolaciones, á la vista sola del Arca viva de la nieva y eterna alianza; que con- tiene, no ya li vara de Moises, no las tablas de la ley3 ni el mianá, ni tampoco los panes de la proposicion, sino al mismo Autor de la naturaleza y de la gracia, al Divino Lejislador, al Pan céeles- tial, al Dios inmortal, no yá en enigmas y figuras, sino real y verdaderaménte como está en sú trono en la eterña Sion: Las adoraciones innúmerables y las fervientes oraciones, que comio el mas puro incienso, se ele- van desde el temiplo hasta el trono excelso del Omnipotente: las ságradas y misteriosas ceremo- nias: las santas y plalgiblos solemnidades: la pompa y magisterio en el orñato: la preciosidad y varie- dad en los sagrados parámentos: los cánticos, ya de jábilo, yá de dolor, y los instrumentos muúsi- cales, con que los filarmónicos lracen resoñar las sagradas bóvedas, damdoilos ya una idea de la glo- ria de los biemaáventurados: los aparatos sensibles y patéticos con que ahora se preseñtá de gala ce- lebrando lós triunfos de su Divino Esposo, y los trofeos de sus campeonés ilustres: ora llena de apacibilidad y de luto, al recordar los padecimien- tos, y la muerte de su amado fundador, y asi tambien al hacer el duelo por sus caros hijos; pe- ro sobre todo, la Víctima Sacrosanta, que en los templos se ofrece diariamente y es el culto de ma- yor excelencia, excediendo á todas las alabanzas y adoraciones que tributan á la Trinidad Santísima las gerarquias celestiales; en las titoradas eternas, y todos los justos en lá tierra: ¡Cuan precioso es un templo! ¡Cuan eminente es la dignidad de la casa de Dios! ¡Cuan sublime es el objeto y el fin de nuestras TalesiasÍ Encantado estoy, Señor, sobremanera de la hermosura del lugar en donde os hábeis dignádo establecer vúestrá morada y hacer resplatidecer vuestra gloria. Salmo 25, verso 8: Estrechiados, Señor, por nuestios enemigos, entramos en vuestro sañlto templo á implorar vues- tra misericordia, y con efecto logramos alcanzarla. Salmo 47, verso 7. Asi esclamaba impelido de su acostumbrado celo y ternura; el Profetá Rey, al contemplar la dignidad y el decoro de lá casa del Dios de Israel. De estas lijéras indicaciones; podemos colejir rectamente cuan loable, cuan meritoria obra sea atite Dios y ante los hoiibres, subvenir é 4 é influir de cualquiera manera en la reedificacion ó répa- racion de los templos. Tan petietrádos de estas verdades se halla- ban el iagnánimo Rey Don Jacobo primero de Aragon y el insigne Sán Fernando de España, que el primero edificó á sú costa; dos mil templos, y el segundo mas de dos mil, y á este ejemplo 1n- numerábles personajes de la cristiandad, asi como nuestro Excelentísimo Presidente el Señor Dón Rafael Carrera; que fué el prómótor y es el prin- cipal protector de la reedificacion -«del templo par= roquial de Nuestra Señora de la Purificacion ó de Candelaria; quien habiendo visitado la obrá en el mes de Novieimbre; se ha comiplacido mucho del estado progresivo con que caniiria: Gracias las mas espresivas, á las persorias piadosas que de cual- quiera mánera influyen y coadyuvan; y muy parti cúlarmente á las que sin sef feligreses; generosa= meñte cooperan; pero ¿qué hay de E? cuan- do la feliz ciudad de Guatemala; siempre y nun desde sú cuña; há tenido empeño eri construir tem= plos, como lo justificar los preciosos monumentos que se dejan ver allá en sú Antigua Corte, de los que muchos se har reparado, y coñtinuan res pañando, á merced y á esfiierzos del celo y es- mero de los Señores Curas, á los génios empren= dedores y á lá piedad de aquel veciridario: Hallandose cómipromietida la gratitud del actiial Curi de Candelaria que suscribe, por la subven= cion pecúñiaria y personal que todas las personas han prestado, y continuarán prosa, ha dispues= to lo siguiente; Todos los años un dia inmediato al de finados, se celebrará una misa solemne de requiem cOn sus respectivas preces; la que ya tuvo lugar el did seis de Noviembre último: Con el superior permiso estará expuésto el Di- vinísiiio er lá solemnidad del estreno del templo, nueve dias; de estos, tres se aplicarán por todos los bienbechores; y juntamente las misas y demas ac- tos OS que en ellos se practicaren: Coricluida la mencionada soleimnidad, se ha: rán uñas honras solemnes con misá cantada, viji- lia y las correspondientes preces: Los espresádos aétos; sé aplicarán exclusiva= mente por intencion de todos los bienhechores de la reedificacio, y por sufragio de las almas de sus detidos: El mismo Cura celebrará las misas y costeará los gastos que en estos actos se erogaren. Al hacer estd pequeña ofrenda al honroso público; de nin- guna manera es su intemicion estimular, ni menos compro mielerda á lás personas; pórque esto seria o- ferísivo, ás la notoria y caracteñística piedad que eli :odo tiempo y sin estas ofrendas, hai comprobado los múradores de Guatemala: á cuya religiosidad se debe la mayoria de los templos; aun los de mayor costo, manifestándose en unos lá súntuosidad y en otros el primor y el esmiero: constituyendo todos no solo el principal ornato de la Capital, sino que tambien forman la gloria; el honor y el blason de los guatemaltecos, asi coíio el soste= nimiento del Culto, y de las principales festivi- dades, que haciendose á costa de limósñas; aun en los tiempos de mas pefiuria y calamidad; com- prueba clafaiínente la relijiosidad que siempre fir=. me é inalterable har conservado aún en la época destructora y depresora de todo lo religioso y de las Cosas eclesiásticas: Asimismo, los templos que desde el estable- cimiento del actual Gobierno restaurador y con- servadór de la paz, fueñte de todos los bienes, y protec:or de la Religion; que es el ormiameñto y felicidad de las naciones, se har concluido, repa= rado y refaccionado; som un testimonio auténtico, entre innumerables cosas de progreso y prosperi- dad, de la piedad y benevolencia de que se halla animado felizineñte: La gratitud y la verdad som mi única guia, punto de vista: y mi Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria, Enero 27 de 1861: Manuel J. Pizana.