A LOS PUEBLOS. Diuasbo á merced de los esfuerzos de los que se interesan pot el bien de los Pueblos, se habia conseguido la paz de la República, ha. ciéndose cesar los, males irreparables de la guerra, UNO de los caudillos mas desacreditados por las violencias y crímenes que comete en Bus escursiones, Agustin Perez, ha pretendido ponerse á la cabeza de una nueva revolucion, comenzando por asesinar á los Correjidores de Ju- tiapa y Jalapa, para hacer continuar en aquellos Distritos el trastorno y el desorden, 4 cuyo favor se propone engrandecerse, á costa de la sangre y las pequenas propiedades de sus habitantes. Con este fin, y», asociado de Roberto Reyes Y Leon Raymundo, demasiado conocidos, procura persuadir á los Pueblos, á que sigan sus planes y Sus moOvI- mientos y se hagan complices de sus horribles delitos y atentados, por cuyos hechos, segun las leyes canónicas, ha quedado excomulgado, y merecido las censuras de la Iglesia, asi como todos los que de algun modo lo ayuden en su criminal empresa. ¿Qué es lo que pretenden Pe- rez y Reyes! Conseguir con la sangre inocente de los Pueblos, la im- punidad de los delitos que han cometido, hacerse el uno Presidente de la República, para disponer de las vidas y aprovecharse de lo adquiri- do por el trabajo del pobre y el rico; sacar el otro dos mil fusiles pa- ra los Pueblos de los Altos, con quienes supone relaciones de armonía. Esta no es una suposición: es la verdad comunicada por los mis- mos Perez y Reyes, y constante en documentos, que han hecho circu- lar en las Municipalidades; y creyendo, que, todo el que se. interese por el bien y la felicidad de los Pueblos, debe darles á conocer las personas y los planes que pudieran arrebatarles la paz, y hacerlos Crl- minales ante Dios y los hombres, sumiéndolos en los horrores y des- gracias de la guerra; 86 les hace presente á ellos mismos, para que no ayuden en Sus detestables proyectos, á los que procuran seducit- los, y se salven así, de todos los males con que Dios castiga el cri- men de los hombres: Septuplum pumelur. Marzo 15 de 1849.