STADO A LOS SALVADORENOS, EN d ONCIUDADANOS: Una sola vez no habia abierto mis labios para recor- daros la época en que sufristeis tantos males y tantos sacrificios causados por un corto número de hombres que habian atraido á vuestro suelo la guerra y el ódio de nuestros hermanos de los otros Estados por conservar un poder ti. rano y arbitrario que ya rechazaba la opinion jeneral de la República Ano y seis meses hace que desapareciéron. los principales caudillos de aquella faccion adminitrativa, y en tan largo espacio de tiempo, el Gobierno solo dirijia sus miras á que se olvidaran los rencores as pasiones ecsaltadas justamente con- ta aquellos, hasta el grado de hacerse blanco de las observaciones y aun de las sospechas de los demas Estados, porque se Juzg.ba como connivencia en el Gobierno, lo que no tenia otro orijen que el de la jenerosidad y de la benevolencia, aunque los anti-reformistas siempre han dado terribles ejemplos de persecucion y de barbárie. Pero ya la copa del sufrimiento y de la mode- racion rebosa; ya no es posible conquistar por la razon y por el convencimien- l ones de hombres que acostumbrados 4 ejercer un poder absoluto ótico sobre toda la Resública, hoy no pueden llevar con pasiencia la paz y la libertad de que disfrutan los pueblos le procurado por cuantos medios han estado á mi alcance fomentar la edu. cacion pública creando e 1s de enseñanza primaria hasta en los mas remo tos pueblos, y establecimientos literarios en los De artamentos: ayer mismo fuis- teis testigos de la ereccion del Colejio en esta Ciudad. He procurado mejorar los Puertos y los caminos que son los verdaderos canales que conducen á la libertad y 4-la civilizacion, cuidados que siempre olvidó la pasada administra cion En fin, he procurado enjugar las lágrimas y aliviar las misérias de mil viu- das é inválidos infelices que han dejado las guerras pasadas ¿Y que ha resul tado de tantos bienes, de tanta mans-dumbre y jenerosidad? que los restos de aquel partido anti-reformista, que hoy tiene seguridad por la ecsistencia del Gobierno han promovido una revolucion atroz para traftornar el Órden públi- co y restablecer el sistema de las confiscaciones y perecuciones de partidos. Pueblos no os dejeis engañar por estos hombres facinados y perversos, ellos son vuestros verdaderos enemigos. Estos hombres obsecados “no conocen ni sus intereses, porque en el momento que los listados aliados vieran que habian triunfado contra el Gobierno volarian con sus fuerzas á exterminarlos, y entón ces sufriria todo el Estado los males que son consiguientes á una introduccion de tropas de otros Estados. Este es uno de todos los peligros 'á que os quie- ren conducir los revolucionarios. Yo estoy seguro de vuestros sanos sentimientos y del amor que profesais 4 vuestras Esposas, á vuestros hijos y é vuestras propiedades: cooperad pues, en favor del Gobierno que os procura conservar tan preciosos bienes, y 0s pro. testo que yo marcharé con firmeza y serenidad hasta hacer desaparecer á los perturbadores: daré seguridad á todos los hombres pacíficos sean cuales hayan sido sus opiniones anteriores; y haré descargar todo el peso y rigor de la Jus= ticia contra los que promueven la anarquia y la division entre vosotros mis= mos para dominaros y satisfacer sus venganzas y su ambicion» San Salvador, Octubre 4 de 1841, JUAN LINDO. Imprenta del Estado,