A los padres de familia y á los Maestros de Instrucción Pública, en las Fiestas Minervales ó Escolares de LSO xl SE o) ce —e ODOS sabemos que entre las ciencias, la más difícil de aprender como la más indispensable para la vida, es la de saberse conducir en el mundo; y desde luego podemos asegurar que no posee esa ciencia, el que no sabe conducirse en su casa con la familia, para gozar y hacer gozar á los suyos de la paz doméstica; y partiendo de esta verdad, también podemos asegurar, que la nación que esté formada por el mayor número de familias honradas, pacíficas y laboriosas, será la que mejor goce de paz interior ó nacional, porque tendrá menos perturba- dores del orden, y menos aspirantes al Poder ó á los empleos páblicos lucrativos; 4” y por la misma razón, este país modelo y dichoso, estará en las mejores condiciones para cultivar buena amistad y vivir en la mejor armonía con los demás países del mundo, gozando en este caso de la paz internacional, que es el fin supremo de una sabia política.” : Se me dirá talvez que yo aspiro á una utopía ; pero no es así, es perfecta- mente realizable si con buena voluntad y constapcia se ponen los medios para conseguirlo. Voy á demostrarlo con un ejemplo de actualidad. El eminente hombre de Estado y sabio economista de nuestros días, el Excelentísimo Roosevelt, digno Presidente de la nación más poderosa y progresista, ese hombre extraordinario y de inteligencia superior, ha dicho: «HEducad á los niños sin olvidar, que si el vigor corporal es bueno y el vigor intelectual es mejor, está por encima deslos dos el carácter, sin el cual, ningún hombre puede conside- rarse bien educado. »é Y en efecto, el carácter es el distintivo del americano digno, que se basta á sí mismo, que es protector cariñoso de la familia, y verdaderamente útil á la sociedad y á la Patria. Pues bien, si queremos gozar de una paz estable, y que nuestra Patria sea grande, próspera y feliz, sigamos el ejemplo de la Gran República y preparemos á nuestro futuro pueblo, educando bien á los niños que son la magna y positiva esperanza de la Patria. h GUATEMALA, 27 de Octubre de 1907. Doctor Santos Toruño. ye TIP. SANCHEZ G DE GUISE