Señor Presidente Constitucional de la República y Jefe Supremo del Ejército, Licenciado Don Manuel Estrada Cabrera “Poda frase, por enérgica que fuera, resultaría pálida para condenar el atentado en que algunos estudiantes de la Escuela Politécnica, olvidándose del cumplimiento del deber, consumaron una negra traición desconocida por completo en la Historia del Ejército de Guatemala. Si el soldado en muchas partes y especialmente en nuestra Patria, ha sido siempre el firme baluarte del Gobierno legítimamente constituido; si la lealdad ha sido también su timbre más preciado, la protesta contra aquel horroroso crimen es la voz general de los habitantes de la República; y nosotros que hemos sido honrados por vos, Señor Presidente, para formar vuestro Estado Mayor, protestamos también y de manera muy enérgica contra ese hecho criminal. Cúanta gloria sentimos, Señor Presidente, con haber estado á vuestro lado en esos trágicos instantes en que nos cupo la suerte de haber hecho lo posible por cumplir con nuestro deber; y más gloria aún la de nuestro querido compañero Capitán Lisandro Anleu, quien de manera valerosa, rindió allí la última jornada de la vida. En nuestras convicciones como militares, está defender en todo caso á nuestra patria y á su digno representante que hoy lo es el Señor Licenciado Don Manuel Estrada Cabrera; por eso de manera solemne reiteramos-la firme promesa de cumplir siempre con aquella sagrada obligación. Vuestros leales subalternos. José María Orellana, Mauro Deleón, Erhesto de Merck, Juan B. Arias, Carlos Jurado, Mariano Martínez, Samuel Cojulúm, Silvano Mirayes, Francisco Domínguez. GUATEMALA, 21 DE ABRIL DE 1908.