Drospero UENBRAL DE DIVISION Y PRESDEME DE LA DEPUDLICA DE COSTA, LOS DOSTARETOENSi> CompPaTRIOTAS; Las ambiciones bastardas de unos pocos hombres, que ni aun siquiera llevan el para nosotros sagrado nombre de costarricenses, con trabajos lentos y solapados, unas veces, y otras á faz descubierta, han tratado de hundir en tenebroso abismo lo más caro para la patria: la tranquilid: wl del hogar domés- tico, el orden público y la soberanía del Poder civil. Los acontecimientos hasta hoy verificados y que vosotros conocéis, son fehaciente testimonio de esta verdad. CONCIUDADANOS: — Criminal sería para con la patria, desleal con mi conciencia y réprobo ante la historia, si, yo no tratara de poner término á tan alarmante como anárquica situación. Con este fin, que tan perentoriamente reclaman el bienestar y la tranquilidad social, he dictado el decreto que ex- traña del territorio de le República al Obispo Diocesano y á los Padres de la Compañía de Jesús, causa permanente de las agitaciones turbulentas que des- de mucho tiempo vienen minando el orden social. Bien sabéis que mi política ha'sido de conciliación y tolerancia; pues bien, esta conducta la han considerado tomo debilidad de mi Gobierno, lo cual les ha dado nuevos bríos para tratar de sobreponerse á toda autoridad. Pero el espíritu de conciliación y color ancia tiene sus límites: la dienidad na- cional y la tranquilidad de las fanvilias “amenazadas de muerte por las agre- siones del Señor O hispo Diocesano y de los RR. PP. de la Compañía de Je- sús, han puesto ya csos límites, El paso que hoy da el Gobierno no envuelve, como se prote mde dema la fe y con fines perversos hacer creerá la gente sencilla, ninguna cuestión reliviosa. El Gobierno respeta profundamente la savrada religión de nues- tros mayores, y jamás intentará profanarla. COMPATRIOTAS: — Cuento con vuestro decidido apoyo para mantener incólume el sagrado depósito de vuestra tranquilidad y de la soberanía de los Poderes Públicos, que hoy, por vuestra voluntad soberana, se encuentran á mi cuidado. O DE ARMAS: Vuestra lealtad á la causa del orden y del derecho es la más firme garantía de la patria. Palacio Presidencial. San José, julio 18 de 1884. PrbBernnandez IMPRENTA NACIONAL,