A BUENA, ¿PIDIO ooo yo o ooo oo: Vamos á ocuparnos queridos lectores, de un punto de suma trascendencia para el país; de un punto político que hoy hace palpitar desasosegadamente los partidos militantes del mismo, con trepidaciones convulsivas, produciendo ese sordo rumor que indica á los navegantes intrépidos la aproximación de horrorosa tempestad. Los cambios trascendentales, producen convulsiones políticas, y las convulsiones políticas son como las del piélago infinito, despertado por pavoroso vendaval, que lo mueve, lo agita, lo retuerse y le levanta. Allí se ven lampos de luz, producidos por los relámpagos que cruzan el infinito, como esas ráfagas luminosas desprendidas de la frente de los hombres pensadores, cuando dictaminan sobre un acto, un hecho, una demostración ó un cambio de importancia que se ha llevado á cabo en las altas regiones del Ejecutivo Esto pasa en Guatemala con motivo de la reforma del Artículo 66 de nuestra Constitución; pero antes de pasar adelante, permítasenos hacer una aclaración: los conceptos que aquí externamos, serán solamente del patrimonio nuestro, no queremos de ninguna manera envolver á nuestro partido político en una nube de creencia, que podría ser la causa de un ataque invectivo por parte de su antagonista; no, solo nOsotros somos responsables de lo que aquí se externa, de lo que aquí se da á conocer al público, de lo que aquí decimos en nombre de nuestra razón que nos lo dicta y de nuestra conciencia que nos lo aprueba. Lo más natural, lo más lógico, lo más puesto en razón, es que para tomar una determinación de SS 1s que conmueven, debe antes clase á las naciones que van á la vanguardia de la civilización y el progreso, á los grandes pensadores y e estadistas; á los hombres de ciencia é ingenio, que con su mágica pluma nos han dado á conocer qee consecuencias de hechos semejantes. Inglaterra, Francia y Alemania, trípode sobre que descanza la civilización Europea, deben su progreso material é intelectual, á la inmobilidad del poder; y si es cierto que Francia ha dejado ese proceder, estamos seguros que su progreso sería mayor si al frente de ella se hallara un Borbón, esa familia gigante que se hizo respetar durante un siglo en la Europa entera. Méjico e de y retorciéndose; desangrándose día á día, allá por los años de 1790 á 1878, iba cada día perdiendo su vitalidad por la ambición de sus hijos; y si una mano de hierro no viniere á poner fin á aquellas luchas fratricidas, á aquel derramamiento de sangre de hermanos contra hermanos, Méjico no fuera lo que Méjico es hoy: una Nación próspera, civilizada, llena de ¡edo ere la paz bendita de que tanto necesitamos nosotros, pueblos turbulentos y de tan poca ilustración política. Y si es cierto que los Estados Unidos y Suiza han llegado á la altura en que están de progreso y civilización, también es cierto que es muy triste el lamentable cuadro que nos presentan las Repúblicas que desde el Itsmo de Tehuantepec se extienden hasta la extremidad del Cabo de Hornos. ¡Sangre, sangre y más sangre! por todos lados la sangre del hermano, derramada por el hermano ¿y por qué? por ambición y sólo por ambición Ayer Colombia, hoy Venezuela, mañana quien sabe á que República le toque el turno de los adalides de la guerra, de esa guerra de partido que siempre nos mantendrá como sobre un volcán incendiado; lo cierto es que, los Andes estarán siempre regados por la sangre de los pueblos que no quieren la inamovilidad del poder. Por tales razones, nosotros, amantes de Guatemala, instamos á los guatemaltecos, que unidos y amalgamados, sin distinciones de colores políticos, llevaudo sólo en mira el progreso y bienandanza de nuestra bella y cara Patria, llevemos á las urnas electorales nuestro voto reeleccionista para el que hoy rige los destinos de la Nación, Licenciado don MANUEL ESTRADA CABRERA. JUTIAPA, SEPTIEMBRE DE 1903. Francisco Javier Moreno. os Arturo Síguere y y Cía. GUATEMALA.