Guanagazapa, Febrero 2 de 1879. a ( e S)AMANVWO NW) One. GUATEMALA. Mi queridísimo amigo: Tras unos tiempos vienen otros, y tras la calma aguaceros; así es el mundo, y todos tenemos que someternos á parecidas leyes de la naturaleza. Ayer, hablaba yo del Dr. Dulcamara, considerándolo como el mas encumbrado portento de la humanidad en la tierra, y como el asombro de todas las generaciones hasta la consumación de los siglos, y un poquito mas allá; pero fuése aquél al otro mundo, surcó los mares, venció imposibles, agitó la Europa, alarmó sábios, enca- fetó barrigas, calentó estómagos, enkioscó naciones, arrotundó poten- cias, sometió los elementos, y en fin, cultivó el orbe y vo!vió triun- fante con la cabeza en su lugar, buscó el descanso, y renunciando puestos y honores, murió viviendo y yace en casa observando los efec- tos de su inteligencia creadora. Ocultóse el Dr. Dulcamara, es cierto y lo digo con lágrimas en los ojos; pero Dios no duerme sino que vela, trayendo á nuestra pát: nuevos atletas, ienorados literatos que á fuer de estúdio, copian escri- biendo y escriben copiando, dedican concepciones ajenas, y tienen in- teligente discrecion para escojer lo que parece oculto y darlo á la pren- sa para deslumbrar nuestros opacos entendimientos. Y no piense Ud. Sr. Corrientes que yo hablo á hrmo de pajas, ni á tontas ni á ciegas, ni señalando con el bordon del tuerto por el lado que le falta el ojo, miá oscuras en.re breñas, ni durmiendo estan- do en berlina, porque ahí está aquel notabilísimo artículo dedicado por el Dr. Don Facundo Piruetas á uno de los Redactores de “El Bro= greso,” titulado “Las Madres abandonadas,” parte de la obrita que lle- va por nombre “Caricaturas y Retratos,” escrita por Don Cárlos Fron- taura, y publicada por Rosa y Bouret en el ancianísimo mundo en el año del Señor de 1868, dos lustros antes de que viese la luz en este arrinconado pais. La diferencia de ese artículo con el publicado en “El Progreso” consiste solamente en que el Dr. Piruetas se engulló dos parrafitos, pues por lo demas está tan igual y tan á la letra con el del Señor Frontaura, que mas parece testimonio de escritura, sacado por buen amanuense, de la matriz de un Protocolo de Cartulario á la Es- pañola. Yo no digo que el Dr. Piruetas haya asaltado en campo desierto las obras literarias de ese Señor Don Cárlos, porque no llega á tanto