Teorucioalpas! En estos momentos toca á las puertas de la Capital el Supremo Jefe de la Na- ción, para hacerse cargo otra vez de los destinos de la Patria. Algunos dirán: no trae un sólo laurel sobre su frente, y nosotros decimos: trae un buquet de laureles: regresa con la oliva de la paz en la mano, sustituyen- do el alfanje defensivo de una guerra que ha estado á punto de convertir: estos cinco pedazos de Centro-América, en sangre y en lágrimas. No trae los restos victoriosos al.compás de la marcha Nacional; pero en cam bio, trae su ejército ileso, y con la victoria de haber celebrado la paz con las na ciones que se negaron á reconocer los beneficios de la Unión. Talvez trae la paz con el triunfo de la Nacionalidad; pero la Nacionalidad en perspectiva: la Nacionalidad cuestionada y debatida en una hermosa y pacífica Dieta. Hé aquí, pues, que todavía no podemos decir que vuelve sin la Unión, tal vez la trae: talvez en vez de una victoria ha logrado dos, la victoria de la paz y la victoria de hacer en paz la Nacionalidad. Señor Presidente, Ejército Nacional: vuestros compañeros del Cuerpo de Po licía saludan vuestro regreso y os abren otra vez los brazos pira estrecharos con efusión. Regresad 4 vuestros hogares con la satisfacción de que si no luchásteis fué porque las naciones cultas aceptan los medios pacíficos para arreglar las grandes cuestiones que pueden arreglarse en paz. No venis menos victoriosos que los que tremolaron el estandarte Nacional en Gualcho y Perulapán. Vuestro triunfo es definitivo y plausible: la paz. Venid, compañeros, y al compás de los acordes, gritad: ¡viva el pueblo hon dureño tradicionalmente nacionalista! Manuel Zúniga, Coronel y Comandante. —Dionisio Z. Castillo, Escribiente. — José Antonio Nieto, Capitán. —Pascual Sosa, Teniente. —Modesto Jirón, Teniente. —José Antonio Terrero, Teniente.-—Crescencio Zelaya, Sub—Teniente. —Antonio Bográn, Sub—Teniente. —A gustín Bargas, Sub—Teniente. Tegucigalpa, Abril 15 de 1885.