Señor Presidente de la República: Hoy hace dos años que unos pocos militares olvi- dándose de los imprescindibles deberes que nos impone tan honrosa carrera, y mareados por el ruido del vil metal, se dejaron sugestionar por envidiosos enemigos de la Patria y de sus libres instituciones, y atentaron contra su respetada persona, cometiendo el odioso crimen de alta traición, salvándose providencialmente de tan cobarde atentado. Los firmantes, jamás deshonrarán sus galones con la mancha de traidores, y le renovan en este día como digno Jefe del Ejecutivo y del Partido Liberal, sus protestas de lealtad y sincera adhesión; enviándole sus sentimientos de condolencia por el pesar que ha sufrido con el reciente fallecimiento de su respetable esposa. Señor Presidente. Guatemala, 20 de Abril de 1910. Jorge Sáenz. Onofre Bone. E. Mollinedo. Tip. A. Síguere y Cía.