Los Siete Traidores Este es el epíteto muy bien merecido con que deben designarse á los hombres que se encuentran al frente del ejército Salvadoreño, engañándolo y haciendo que vuelva sus armas contra el partido que siempre sostuvo. GONZALES, óÓ el hombre de las siete traiciones, como lo llama la prensu Cen- tro--Americana, no merece que se le diga mas; el mundo lo conoce demasiado para ocuparse Otra vez de sus deshonrosos antecedentes. PALACIOS, Ó el esbirro alevoso que capturó al Jeneral Don Gerardo Barrios, perteneció y ha pertenecido siempre al partido clerical; sin embargo traicionando á sus cofrades les volteó culatas, como suelen decirse, la misma noche del 29 de Junio de 1871 y pretendió gobernar el Castillo de San José, que no quiso entregarle Ras- con, por temor de fque el hombre negro tuviese las entrañas tambien negras: se acercó al Presidente Provisorjio y este le ocupó; mas como la ambicion de Palacios no se sa isfacía quiso hacerse Presidente asaltando al efecto el Castillo de San José, y com- prando á un oficial con dinero de la Catedral de quien era Mayordomo. CANO, ó el desertor de Méjico, segun se ha dicho ya, entró al servicio del ejér- cito y ascendió á Coronel, mas por una comision á la Costa del Norte que por sus proezas militares: su ambicion fué castigada con la baja que le dió Cerna. El 29, de Junio de 71, se hizo liberal tambien y Comandante del número 2. otra vez. El Jeneral Don Miguel Garcia Granados lo hizo Brigadier y comandante del Centro; pero como queria ser Ministro, y las uvas estaban verdes dió la vuelta como la Zorra y busca su cartera con uno de dos tres Presidentes distintos y ninguno verda- dero, Gonzales, Valle y Palacios. BATRES Ó BUITRE, despues de haber sido encarnizado servil, se hizo liberal cuan- do vió en el poder ásu tio (Don Miguel Garcia Granados); este le nombró Sub-Srio. de Relaciones; pero queriendo quitarse el Sub, traicionó al tio y al partido y aun al Coronel Afre que se fió en su palabra de caballero, cuando lo mandaba á la prision por facciosu. MORALES ó el arriero del Padre Ocaña, tan conocido en Saltan, Sta. Rosa, Chiquimulilla, Amatitlan y Quiché por uñas largas, despues de la derrota de Mama Vicenta en Totonicapan, de cuyo ejército era mayor jeneral, se fué á servir de Mayor- domo á Gonzalez en pago de haber cooperado 'á la caida de Cerna, traicionando así á este y hoy á Guatemala por quien peleó en 63. MENDIZABAL óÓ el guardian de los Ministros de Cerna, que el año-de 63 re- gó la sangre Salvadoreña con el Número 2, pretende hacerlo ahora con la de Cua- temala mandando en aquellas filas. CALONGE, derrotado en Laguna Seca ó el Quiché por doscientos y pico de hom- bres contra cerca de mil que mandaba, se sometió á Don Miguel Garcia Granados y este lo ascendió como á Cano y puso de eomandante del Oriente. En pago entregó las armas á la faccion en Zacapa, cuya causa instruyó el mismo Cano. Estas son las siete cabezas de la hidra reaccionaria, esos son los Jenerales y Jefes actuales del Ejército Salvadoreño, que pretende apoyar el soñado Gobierno Provisorio de Palacios en Santa Ana: los demas guatemaltecos que allá puedan cooperar, bien sabemos quienes son: aventureros sin patria ni honor. que caidos con un Gobierno despota no han podido tener la dignidad del hombre de bien que busca el pan con el trabajo, con el sudor de su frente, sino que, mercenarios y serviles, siempre han de vivir arrastrados. Salvadoreños: cualquiera que sea hoy vuestra bandera, sed antes dignos Ciuda- danos de vuestra patria como siempre, no os dejeis mandar de esos hombres que cual feroces carniceros os conducen como ovejas al matadero Sacad de vuestro suelo ese enjambre de malvados: llamad á vuestros destinos a Ciudadanos honrados y libres, como os dije el dia L5., y ambos ejércitos confundidos en uno solo dirán: ¡viva la libertad, viva Centro--a merica! Guatemala, Marzo 29 de 1876. A. G.