Asamblea Constituyente; | ¡en Ea LEVADO á la primera Majistratura de la república, por la revolucion que acaudillé en 1871, y que triunfante el 29 de Junio, fué acojida con universal aplauso por todo el pue- blo guatemalteco, siempre ha sido mi intencion firmísima petr- manecer en ese puesto, en tanto que contára con la opinion y el apoyo de los Jefes y Soldados que me ayudaron entón- ces, y que mis servicios pudiesen ser fecundos para el engran- decimiento de mi patria, y para fundar la libertad, bajo la ejida de instituciones bienhechoras. Jamás he sentido desvanecerse mi cabeza en las alturas del mando, ni he ambicionado otra gloria que la de servir leal- mente 4 mi pais, y d los principios liberales que he profesa- do slempre. Atento á la opinion pública, única norma de los Gobiernos democráticos, he estado resuelto á devolver á la Nacion los po- deres que tavo ¿4 bien conferimme, desde el instante en que mis providencias no parezcan lr de acuerdo con ella. Hoy creo notar que una parte del público y de los Jefes que pelearon á mi lado, emiten la idea de que seria convenien- te á los intereses de la revolucion, el que yo me separe del mando. Señores Representantes: yo nunca seré obstáculo para lo- erar el bien de mi patria; y por eso he determinado no perma- necer mas en el puesto, 4 que me elevaron los acontecimientos de la revolucion. Y aunque la Asamblea Constituyente carece de la competencia necesaria para nombrar la persona que me sustituya en el cargo que ejerzo, tengo € bien lovestirla, en vir- tud de las ámplias facultades que me confiere la Acta de Patzi- cla, para que este Alto Cuerpo proceda á elegir Presidente de la República. Este acto SS. RR. no es para mí un sacrificio: me complaz- co en decirlo. No tengo apego al poder, y al dejarlo, llevo solas mente la satisfaccion íntima de haber cumplido mi deber, y de evitar á mi querida patria nuevos conflictos y desgracias. Guatemala, á 28 de Diciembre de 1872. Miquel Garcia Granados.