J. Rufino Barrios, dal en Jele del Ejército y rie > h ler Ica de Guatemala, A LOS CEN TRO-AMERCAN OS. OENTRO-AMERICANOS! Siempre he mantenido con vosotros leales y amistosas relaciones, porque conociendo las ventajas de la paz, ha sido mi única aspiracion unir nuestros comunes intereses para proveer la mejora de nuestros pueblos. Mi conducta y mis obras no desmienten mis palabras, y prueban sí, que el Gobierno de Guatemala, muy léjos de abrigar intenciones hostiles solo ha deseado estrechar los lazos sociales que nos ligan y establecer una espe- cie de fraternidad nacional. Pero hoy el Gobierno del Salvador. despues de faltar ¿ solemnes compromisos, despues de perder el honor y la dignidad, intenta con vil calumnia é hipóerit a mentira, presentarme ante vosotros como «¿ un con- quistador, enemigo de vuestras leyes y usurpador de vuestros territorios. El Gobierno del Salvador quiere concitarme todos los ¿dios, quiere que me veais con el carácter de un tirano, y quiere despertar en vosotros los nobles sentimientos de patriotismo, diciendo que vais á defender la inte- eridad del territorio y los intereses v el honor de vuestras familias. Cierto es que siempre he abrigado una inmensa simpatia por el pro yecto de la union Centro- Americana; pero nunca la he creido obra de las armas sino del tiempo. Cuando la civilizacion derrame su luz y levante todas las frentes, cuando cesen las ideas de localismo y ri ralidad, la union Irá estableciendo sus bases en plena paz v si con el tiempo llega á reali- zarse no costará una gota de sangre. Pero esa época está lejana y si tengo fé en el porvenir, no por eso estoy ménos seguro que no he de ser yo el que presence je acontecimiento tan erandioso para los pueblos centro-ame- MÍCanos. No creais pues 4 Gonzalez, porque él miente y calumnia; él quiere justi- ficar la inícua guerra que Guatemala se ha visto en el caso de aceptar: él intenta sobreponerse á los principios legales y os habla de honor, él que nunca ha podido poseerle, él que ha servido ¿ los partidos todos-—y que por mezquinos intereses ha sacrificado su nombre, su palabra, su pátria. Yo no quiero un palmo de vuestro territorio, ni deseo que perdais vuestra independencia y autonomia, no, lo que anhelo con ansia es la paz, la paz que hace duraderas nuestras empresas de civilizacion y de progre- so; la paz que enriquece 4 los pueblos y que garantiza con el trabajo un bello y fecundo porvenir. Por eso aceptamos la guerra que nos hace el Gobierno salv: adoreño, pues vosotros comprendereis que es una constante amenaza para Guatemala la presencia de (+onzalez en el Salvador, una vez que valiéndose de la debilidad de Valle, él absorve todos los poderes que su ambicion desea en mengua de su persona y del Salvador que lo consiente. Centro-A mericanos: ayudadme 4 derrocar esa administracion sin dig- nidad y sin leyes y vereis como el (robierno de Guatemala fiel á sus prin- cipios republicanos, sabe reconocer y respetar vuestra independencia, u- niéndose ¿ vosotros con las mas francas y leales relaciones, para que es- tablecida sólidamente la paz en Centro- América, podamos ocuparnos de civilizar nuestros pueblos y realizar las mejoras que reclaman nuestras sociedades. Estas son, Centro- Americanos, las únicas aspiruciones de vuestro amigo, J. Rufino Barrios. Onartel Jeneral en marcha. Chalchuapa, Abril 8 de 1876.